VOLVER A EMPEZAR


Hoy, volvemos a empezar, una frase muy parecida al título de aquel melodrama sensiblero de José Luis Garci, que, en 1982, se alzó con el Oscar a la mejor película de habla no inglesa. Hoy, después de 35 días en el Limbo, hay que volver a encender los motores o a encender la vida para continuar con los placeres y sensaciones, porque ¿ qué otra cosa es la vida…?

Pablo Picasso tardó también 35 días en pintar el Guernica, partiendo de 66 bocetos. Y en la película Érase una vez en América, de 1984, James Wood, como Max, le dice a Rober de Niro, como Noodl: -“Te quité toda tu vida y la he vivido en tu lugar. Te robé todo: el dinero, la mujer que amabas… Y a ti te dejé 35 años de dolor…”, mientras suena sin cesar la melodía de "Amapola". Todo, hoy, será 35 días después.
Bajan las temperaturas y sube el pollo. Antaño, cuando subía el pollo, se hacía una huelga general. Ahora, se vota a la derecha para que privatice la Sanidad o la Enseñanza. Cuidan a los ricos, por si no llegan a fin de mes. Se acabó lo de ir de fiesta en fiesta, como hacía el poeta. O de almuerzo en almuerzo, como un bufón De la Villa y Corte. Mi generación ya ha ardido y tiene poco o nada que decir. Están todos jubilándose, como si eso fuera una suerte. Pero hace ya tiempo que están más secos que la mojama (por cierto, creo que la mejor mojama del mundo está en Barbate y en Isla Cristina, por si por un casual…). Sólo les importa la salud… del bolsillo. Salen de vez en cuando a dar un paseo en bicicleta para proteger algunas partes de su cuerpo y evitar las tentaciones, ya que algunos siguen metidos en los armarios de Ikea y les cuesta salir. Son rojos que,  muy de mañana, se enfundan el chándal y que hacen la revolución burguesa en el salón de su casa, yendo de aquí para allá. La revolución entendida como bienestar, no vayamos a pensar que… Cuánta ironía en esos comportamientos…. ¡Qué actores se ha perdido la escena española! La izquierda caviar, rojos fosforitos, a los que el vértigo de la madurez los convierte en "Licenciados Vidriera" sin cátedra, sin asiento, en una sociedad que les ha dado de lado.
Sigue reinando un liberalismo trufado con un socialismo de manual, al que le aprietan las clavijas cuatro marxistas de postín, mientras los sindicatos miran de reojo. O sea, un sistema sin sindicatos. Como dijo el maestro del sarcasmo, “el laborismo sindical se ha quedado para los de las pateras”. La España de los virreyes y de los que llevan las camisas con cuello duro (algunos no tienen ni cuello), es decir, los del tendido a la sombra en los toros, que llevan las gafas de sol puestas para no tener que leer. Pero aquí, para ser Presidente del Gobierno, es suficiente con leer el Marca, como ya se ha visto en nuestra reciente historia. Tener un mandatario leído sería un insulto para esta democracia de bote.





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