EL TEATRO DE LA VIDA

 

 

La vida es sueño. Representación de 2019


Hay un trozo de texto en Hamlet en el que el príncipe le dice al cómico: -Dirás este pasaje con soltura en la lengua y sin desentonar. No manotees como si acuchillaras al aire. Moderación en todo, puesto que el huracán de pasiones está por llegar. Hay que conservar la templanza para decir suave, y bien, y de la manera elegante que corresponde. No seas demasiado frío. Te debe guiar la prudencia”. Así lo declama también Rafael Álvarez "El Brujo".

La vida es a menudo ese escenario en el que consumar todas las torpezas humanas o  el tablero de ajedrez sobre el que improvisar sin mentir. Pero la obra en cuestión lleva siglos representándose y varía poco de una época a otra: comienza por un entremés que termina en un sainete, o con una farsa…, cuando no se apuesta por la gran comedia o el drama clásico.  La cuestión es que, en ese teatro que es la vida, la política siga metiendo mano en el texto y, cuando no cambia los diálogos, quita un personaje, o manda el libreto a un escribano para que haga de cirujano” y, de paso, haga  también encajes de bolillos. De modo que,  algunos actores, al quedarse sin frase, no cobran.  Después, unos cuantos aplausos…, el telón que comienza a bajar y, ¡hala!, que se vayan todos  a cenar a sus casas. Queda claro que el teatro no es siempre lo que está escrito. 


Don Ramón María del Valle Inclán


Fernando Fernán Gómez le dijo a Umbral en una entrevista que “el público del teatro son unas señoras”.   Y aunque a Gracita Morales se le recuerda con aquella frase de señoritooo…”, la actriz, cada tarde, antes de que comenzase la obra en la que actuaba, se asomaba por entre las cortinas al patio de butacas y decía: ꟷ” Ya están aquí estas hijas de puta”. Y ya fuera Brecht, las vanguardias, Shakespeare, doña María Guerrero, Ionesco, Mihura..., el teatro clásico, el teatro lírico,  de vanguardia, Benavente o Galdós…, “el teatro se hacía para unas señoras que no entendían la función y que se olvidaban de todo a la salida y, en seguida, buscaban un taxi para volver a casa y ver los seriales de la tele, que tenían más sustancia”.

Años antes, la Puerta del Sol era el zoco donde se acuñaba a los hombres del 98. Madrid era Galdós. Pero hay un momento crucial en el que todo cambia. Ése no es otro que la aparición en la escena española de don Ramón María del Valle Inclán, que se yergue en la metáfora noble de la calle” con Luces de bohemia”, quizás la mejor obra del siglo XX, como ya afirmara Eduardo Haro Tecglen, donde se le da poder a la voz humana. Y esto era así porque (de nuevo Umbral) tenía demasiado tesoro dentro como para que le cupiese en una sola obra. Por eso sus libros están sobrados de belleza y de luz”.


Obra de teatro ¿Qué es la vida?, de Carla Acebey Sánchez

Luego vino la posguerra, el teatro para burgueses, el entretenimiento, el final de la censura, las vanguardias…, hasta llegar al teatro de la corporalidad, a ese espacio de reflexión, propulsor de valores, ideas y emociones. Pero la vida no puede ser un teatro, porque entonces la reduciríamos al Libro de familia”. La vida requiere que escuchemos a esos corazones que la componen y que nos hablan de la verdad, porque, un día, cuando suenen las campanas, se despertará la tierra y no sucederá sobre un escenario, bajo las luces, interpretando un texto, lanzando un grito, en un turno de voces…, no, será   la vida misma la que hablará para que dejemos de torcer la mirada y la miremos de frente, y veamos de una vez por todas  el camino de la luz, donde brillan todos los cuarzos, que son el verdadero comienzo de las piedras. Y la piedra también es real como la vida misma. Y por eso las historias reales son hermosas. 

No podemos pasarnos la mayor parte de nuestra vida ensayando un texto tan manoseado, reescrito cientos de veces,  y adecuado a la conveniencia de las modas y del poder. Una cosa es La vida es sueño” y otra bien distinta la vida es un sueño”.

 

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2 Comentarios

  1. Tus libros y artículos también están sobrados de belleza y de luz… tus palabras convertidas en frases son magia pura
    ¡Buenísimo!

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