JOKER, FOLIE À DEUX: destruir para renacer

JOKER, FOLIE À DEUX:  destruir para renacer

Joker, Folie à deux. Póster película

 

Así de entrada, nunca diría de una película como  ésta que es una película mala, porque entonces, dado el panorama internacional, habría que cargarse unas cuantas de ellas (algunas hasta con premios y todo) y, la verdad,  no quiero ponerme a estas alturas en plan “destroyer”, pero sí que se puede decir de esta obra que es un filme plano, aburrido y triste. Y más que un musical, yo diría que es una película con canciones, una historia donde se canta pero que no sigue los parámetros que utiliza el género musical, y lo peor de todo es que, en parte, su desarrollo destroza la esencia del Joker de la primera película y de la historia, o sea, del cómic en el que está basada. También podríamos afirmar que es una osadía de Todd Phillips, su director, que se olvida de Joker para presentarnos a Arthur Fleck, un personaje más real y humano, que ha sido internado en Arkham en espera del juicio por sus crímenes como Joker. Mientras lucha con su doble identidad, Arthur no solo se topa con el amor verdadero (Lady Gaga), sino que también encuentra la música que siempre ha estado dentro de él. Ambos están estupendos, pero hay que tener muy claro que sólo con   algo de química y unas cuantas canciones no se hace una película redonda. Se hace con un buen guion, entre otras cosas.



Joaquin Phoenix

Sonaban todavía los vítores de la primera entrega, cuando aparecía esta segunda parte para ser estrenada en Venecia. Y mientras aquella fue un bombazo, en ésta el público, tras su visionado, salía indiferente. Muchos abominaban de que aquel asesino interpretado por un  descomunal Joaquin Phoenix, ahora se hubiera convertido en una calcomanía y no quedase más que su sombra. Pero la película seguía funcionando a nivel estético, aunque en otros apartados perdía sus señas de identidad, sobre todo a la hora de elaborar el argumento.

Está claro que es una película rara, osada, y que tendrá a gran parte del público en contra, algo que seguramente hará mermar la taquilla, pero hay que decir que en esta segunda entrega también existen otras muchas cosas que analizar y en las que profundizar, ya que, si nos detenemos en ella,  guarda sesgos de aquella primera: es inquietante, provocadora…, los actores están como siempre, fantásticos, y podríamos pensar que lo que ha sucedido, tal vez, es que Todd Phillips ha querido seguir siendo  fiel  a su  personaje y de nuevo  le ha dado la oportunidad de que se destruya a  sí mismo para reconstruirlo después, es decir, la idea de quemar todo ahora para luego volver a ponerlo en su sitio, pues ésa y no otra es  la línea de la trama, base de la columna vertebral  sobre la que se ha construido esta historia:  el mundo es una mierda y  no hay nada que  importe. Visto así,  la película es fiel al personaje:  destruir para renacer. Y fiel al cómic. Y de esa manera,  el director va preparando el terreno para una tercera entrega en la que otra vez, como al principio, aparezcan todas las ideas renovadas. Creo que ésa ha sido la estrategia del director, y también del guionista, Scott Silver, por muy incomprensible que se nos antoje.  




Lady Gaga


Aun así, podemos detenernos en algunos detalles e ir limando asperezas. Por ejemplo, Lady  Gaga y Phoenix ya mostraron sus habilidades musicales en proyectos anteriores, esto es cierto, sin embargo, Todd Phillips, para esta cinta,  no les exigió que cantaran profesionalmente, al  contrario,  “prefería  un sonido más crudo, más inestable que fluctuara entre la euforia y la desesperación, algo que requería que cantasen de manera desafinada, aunque solo fuera ocasionalmente”. La película fue más cara que su predecesora, con un presupuesto de 200  millones dólares. Tampoco debemos olvidar que algunos críticos han considerado que Folie à Deux es brillante y que sus  valores de producción en general son excelentes, sin olvidarnos por supuesto del diseño de producción de Mark Friedberg y el vestuario de Arianna Phillips. Una fuente muy cercana a producción calificó su estreno como un "rechazo total del público". Hubo quien lo describió como "una película de arte carísima".  Ya digo, opiniones. Y una tercera reconoció que el director,  el día de su estreno, desapareció del mapa. Estaba ilocalizable.  

De una manera u otra, opiniones en contra o a favor, lo cierto es que estamos ante un filme intrigante, exagerado, con dos individuos rotos y atrapados, en la que Joaquin Phoenix regresa a Arthur y una Lady Gaga capaz de salir ilesa de lo que le echen, por decirlo de una manera prosaica, porque es una verdadera leona, una cautivadora rediseñada para que encaje como nadie en esa ciudad gótica que propone Todd Phillips. El problema estriba cuando algunas secuencias se olvidan del espectador para lucimiento propio, ya sean los actores, la puesta en escena…Porque luego hay que volver  otra vez a esa historia de amor en ese mundo tan cruel y  coser las  emociones y la existencia con el apunte musical.  Que disfruten.

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