PORTERO DE NOCHE



Charlotte Rampling en Portero de noche

                    

 PORTERO DE NOCHE, (1974) dirigida por Liliana Cavani.

Viena, 1957. Una mujer judía, esposa de un director de orquesta, reconoce en el portero del hotel en el que se aloja al oficial nazi que, en un campo de concentración, la había utilizado como objeto sexual en una tortuosa relación sadomasoquista. 

La historia que plantea la película es bastante conocida por lo retorcido de su planteamiento: una víctima de los campos de concentración se reencuentra casualmente doce años después de su liberación con el hombre que fue su carcelero, ahora escondido en un modesto puesto de conserje de hotel, y retoman la relación de corte sadomasoquista que entablaron entonces, papeles interpretados por la extraordinaria pareja de actores protagonistas, Dirk Bogarde y Charlotte Rampling.

Lo realmente provocativo de esta película no son sus escenas de sexo, sino la radiografía que hace de estos personajes y sus motivaciones, el análisis de las miserias humanas que lleva a cabo, y también de sus grandezas. Porque ‘Portero de Noche‘ es una película de nazis, sí, y también es una película de sexo. Pero es, por encima de todo, una estupenda historia de amor oscuro bellamente filmada e interpretada.


Charlotte Rampling y Dirk Bogarde 

Siendo honestos, no es una película perfecta, pero, a pesar de sus evidentes fallos, "Portero de noche" resiste bien el paso del tiempo. Es, en resumidas cuentas, una película realmente provocativa que nos invita a plantearnos cuestiones profundas tales como la naturaleza del amor, el sentido de la vida y la complejidad de los seres humanos..., sus relaciones.... Todo ello contado con un lenguaje cinematográfico manejado a la perfección por la directora italiana.

Lucia, ahora casada con un director de orquesta estadounidense. Se encuentra con Max por casualidad. Él es un portero nocturno en un hotel de Viena y miembro  de un grupo de antiguos camaradas de las SS que han estado encubriendo cuidadosamente su pasado destruyendo documentos y eliminando testigos . Max tiene próximamente un juicio simulado  a cargo de su grupo  por sus crímenes de guerra. El líder del grupo, Hans Fogler, acusa a Max de querer vivir "escondido como un ratón de iglesia". Max desea permanecer oculto, pero expresa su apoyo a las actividades del grupo. Los recuerdos del pasado se acentúan.  Lucia sobrevivió gracias a su relación con Max. En una de las secuencias, Lucia canta una canción de Marlene Dietrich, "Wenn ich mir was wünschen dürfte" ("Si pudiera desear algo"), a los guardias del campo mientras se viste con un uniforme de las SS, y Max la "recompensa" con la cabeza cortada de un recluso que la había estado acosando, en una clara referencia a Salomé.

Debido a que podría testificar en su contra, la existencia de Lucía es una amenaza para Max. Mario, un excolaborador nazi,  sabe que Lucía sigue viva. Entonces, Max pasa a la acción y lo asesina para proteger su secreto. Después de que el esposo de Lucía se va de la ciudad por negocios, Max y Lucía renuevan su pasado teniendo sexo en el apartamento de Max, el cual le confiesa a su amiga, la condesa Stein,  que ha vuelto a encontrar a su "pequeña niña". La condesa le dice que está loco y Max le responde que ambos están "en el mismo barco". 

Max es entrevistado por la policía sobre el asesinato de Mario. Pasa los días con Lucía en su apartamento, y a la que encadena en la pared para que "no se la lleven". Duerme poco. Los oficiales de la SS están furiosos con Max por esconder a un testigo clave. 

Max busca ayuda llamando a uno de sus viejos amigos del hotel.  Después de que uno de los SS corte la electricidad en el apartamento de Max, Max y Lucia, vestidos respectivamente con su uniforme nazi y un negligé parecido al que ella había usado en el campo de concentración, abandonan el edificio y se van. En seguida aparece un automóvil que los sigue. Al amanecer, Max  y Lucia caminan por la acera de un puente. Suenan dos disparos. Los amantes mueren.

Una película escalofriante y hermosa que hoy en día quizás no se podría rodar por muchas circunstancias, no sólo por sus secuencias eróticas, sino por esa relación que mantienen una judía y un nazi. De una manera u otra, es una película que deja huella, porque abarca los límtes del deseo y del miedo; la relación entre las víctimas y los verdugos. Tuvo problemas con la censura en Italia. El crítico Vincent Canby llegó a calificarla de "pornografía romántica".  Decir que uno de los escollos, una vez que ya se tenía el guion terminado, fue encontar a la actriz adecuada, ya que Dirk  Bogarde, que había sido oficial británico en la Seguda Guerra Mundial y ya era un actor famoso, tenía claro su participación. Descartada Romy Schneider, Charlotte Rampling no lo dudó ni un instante porque quedó atrapada por el guion. Además Dirk Bogarde y Charlotte ya habían coincidido en "La caída de los dioses" de Luchino Visconti.

Liliana Cavani comenzó a escribir la historia sobre 1970, basándose en el pasado de una maestra del Piamonte, Lidia Beccaria Rolfi, a la que la cinta, casualmente, no le gustó nada. La actriz, Rampling, rechazó repetir algunas secuencias, dado que las bofetadas que soltaba Dirk Bogarde no eran fingidas. 

Los protagonistas sienten algo que para ellos es irrepetible, sublime...,  algo que quizá muchas personas jamás vayan a sentir. Una sensación parecida a ese rayo que cae del cielo y te atraviesa. Una pasión que te arrasa, te puede, te posee..., y te quema, pero que, por contra, hace que te sientas vivo. 



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